Chiapas Estado Feminicida
Comunicado de Prensa
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; 20 de agosto de 2019
Organizaciones integrantes de la Campaña Popular contra el Feminicidio en Chiapas, reprobamos la falta de compromisos de los gobiernos para garantizar el derecho de las Mujeres a una vida libre de violencia
Las organizaciones integrantes de la Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas, manifestamos nuestro repudio a la falta de compromisos de los Gobiernos de los distintos niveles, ante el grave incremento de la violencia feminicida en Chiapas y en todo el país.
De acuerdo a cifras del Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas, así como por diversas colectivas y organizaciones civiles que documentamos la violencia feminicida en Chiapas, coincidimos en que tan sólo en lo que va del 2019 se han registrado:
- 120 muertes violentas de mujeres, de los cuales únicamente 49 han sido tipificados como feminicidios.
- A estas cifras se suma el dato de 4 casos de feminicidios y 63 casos de desapariciones de niñas y adolescentes (entre 2 y 17 años de edad).
Pese a que desde noviembre de 2016, se encuentra activa la Alerta de Violencia de Género en Chiapas, es patente la violencia feminicida que enfrentamos las Mujeres día a día, lo cual denota claramente la falta de interés de las autoridades de los diferentes niveles para la implementación de medidas concretas y urgentes en todos los ámbitos de su actuación pública.
San Cristóbal de las Casas, uno de los municipios con alerta de violencia de género en Chiapas, es un claro ejemplo de la violencia machista que enfrentamos las Mujeres día a día y que ante la omisión de las autoridades culminan en feminicidios. Muestra indignante de ello son los recientes feminicidios de María de la Luz Vázquez Jiménez, ocurrido el pasado miércoles 14 de agosto, quien fue asesinada en su propio domicilio y de la menor Patricia X de 12 años de edad, encontrada el día de ayer 19 de agosto en Bachajon, Municipio de Chilón.
A estos hechos se le suman muchos casos más de violencia de género y feminicidios que ante la falta de acceso de las Mujeres a la Justicia, la impunidad, el abuso de poder, y la negligencia de las autoridades de los diferentes niveles, se sigue perpetuando y reproduciendo la violencia patriarcal, culpabilizándonos y/o responsabilizándonos a las Mujeres de todo lo que sucede, sin que las autoridades correspondientes asuman la responsabilidad y obligación que les corresponde en materia de derechos humanos de las mujeres.
Ante este contexto de violencia feminicida que enfrentamos las Mujeres en todo el estado de Chiapas y en el país, las organizaciones integrantes de la Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el feminicidio en Chiapas exigimos:
- Que las autoridades de los tres niveles asuman la violencia feminicida como un problema social, cultural y político que exige tomar medidas concretas y urgentes en todos los ámbitos de la actuación pública.
- Que las autoridades de los tres niveles coordinen acciones de prevención, seguridad, cero tolerancia y acceso a la justicia, para erradicar la violencia hacia las mujeres y el feminicidio
- Que las acciones recomendadas en la DAVGM sean extensivas a todos los municipios de la entidad, dada la gravedad de la violencia feminicida que se ha documentado, y que no se acote únicamente a los 23 municipios que fueron integrados en la declaratoria de AVGM.
- Que se garantice el acceso a la justicia y a la verdad a las víctimas de violencia de género y feminicidio
- Que se persiga y juzgue la violencia feminicida y el feminicidio desde un marco normativo con perspectiva de género y acorde a los protocolos de actuación correspondientes.
Como Mujeres y Organizaciones reiteramos nuestra indignación ante este contexto de violencia feminicida, debido a que las alarmantes cifras citadas representan tan sólo una mirada parcial de la dimensión real de la violencia que vivimos las mujeres en Chiapas y en todo el país.
Nos sumamos y acompañamos las exigencias de las Mujeres de Chiapas y de todo el país que están luchando contra la violencia de género y feminicidio que enfrentamos por este sistema patriarcal.
¡No más violencia contra las mujeres!
¡Alto a los Feminicidios!
¡Exigir el derecho a una vida libre de violencia, no es un acto de provocación!
Atentamente:
Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas
https://contrafeminicidiochiapas.wordpress.com/
Descarga el pronunciamiento en PDF aquí
Evaluación de la Campaña Popular sobre la DAVGM para Chiapas
Las organizaciones civiles, peticionarias de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género para las Mujeres de Chiapas (DAVGM), fijamos nuestra postura y evaluación con relación a las medidas que se ordenaron implementar para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra niñas y mujeres y el alarmante índice de feminicidios en la entidad, aquí los vídeos de la conferencia de prensa que dimos el 07 de Marzo de 2019 en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.
Parte 1 de la conferencia de prensa
Parte 2 de la conferencia de prensa
Alerta de Género para Chiapas, fraude y simulación de gobierno federal y estatal
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; 07 de marzo de 2019.
Las organizaciones que solicitamos y hemos dado seguimiento puntual a las medidas derivadas de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género (AGV) en Chiapas, exigimos este 8 de marzo (2019), el cese de su engañosa aplicación. Consideramos que las limitadas acciones emprendidas e informadas por el gobierno, a más de un año de su aplicación, lejos de detener la violencia, han resultado ser una simulación y una burla para las mujeres violentadas y asesinadas. Así mismo denunciamos que, las autoridades responsables de cumplir y hacer cumplir el derecho que tenemos las mujeres a la seguridad de nuestras vidas, es decir a vivir una vida sin violencia, han generado impunidad y han mostrado indiferencia, negligencia, desconocimiento y hasta complicidad con los perpetradores.
La violencia de género tiene causas múltiples y complejas, todas ellas ligadas a las relaciones de dominación/subordinación sobre las mujeres que histórica y culturalmente se han naturalizado como parte del imaginario colectivo patriarcal, colonial y sexista que prevalece tanto en las ciudades como en las zonas rurales del país. Ese carácter estructural de la violencia, abonado con la pobreza extrema y la desestructuración de la vida campesina que la modernidad neoliberal impuso oficialmente en Chiapas desde de los 80s, ha propiciado la idea de que las mujeres somos objetos no sólo de explotación y uso sexual del poder masculino, sino que, violando todos nuestros derechos, nos han convertido en objetos desechables a través de múltiples formas de violencia feminicida y victimización, incluyendo los feminicidios, que van aumentando y formando modelos de agresión, como sucede en bares, cantinas y antros en donde se prostituye, emborracha, droga, viola tumultuariamente, asesina y después arrojan al descampado o a la vía pública los cuerpos de niñas indígenas, como ha sucedido en 4 de los últimos casos de los que tenemos documentados. Lo anterior es ejemplo de que las autoridades no toman su responsabilidad en la política pública de seguridad para las mujeres, impidiéndonos el pleno goce y ejercicio de nuestros derechos.
Pretextando que la AVG no es un instrumento que se avoque a combatir el carácter estructural de la violencia, las acciones que se han realizado y que se reportan en el informe que el Gobierno del Estado de Chiapas presentó en la última sesión del Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario (GIM) en noviembre de 2018, son tan inocuas, superficiales e insuficientes que sólo han vulgarizado el concepto de género mostrando no sólo la incapacidad del gobierno para abordar el problema, sino también el carácter patriarcal obtuso de las instituciones y su funcionamiento. Estos hechos nos reafirman en nuestro posicionamiento de que no es sólo la presión al Estado lo que va a desaparecer la violencia de género hacia las mujeres, sino que somos los pueblos y especialmente las mujeres, quienes tenemos que luchar por nuestra autodeterminación personal y nuestra autonomía política, quienes podremos transformar el carácter patriarcal de la sociedad y hacer una lucha efectiva contra la violencia de este régimen neoliberal.
En los siguientes párrafos, exponemos detalles de la evaluación crítica que hoy entregamos al gobierno. A través de ejemplos concretos referentes a las estrategias de seguridad, prevención y justicia que se aplicaron, se ponen de relieve las razones por las que nos pronunciamos en contra de la continuidad de la AGV en Chiapas y por qué llamamos a las mujeres a continuar nuestras luchas desde la Campaña contra la Violencia y exigir al Estado nos garantice una vida sin violencia tanto en el ámbito público como en el privado.
Exigimos la transformación de la estructura, funcionamiento y dinámicas del Estado para eliminar el patriarcado (verticalismo, segregación, discriminación, explotación e impunidad). No se trata sólo una acción de protección a las mujeres, sino de generar políticas para que hombres, mujeres y el Estado mismo, eliminemos las relaciones de desigualdad que se oponen al ejercicio de los derechos humanos de las mujeres.
Medidas de Seguridad.
Al respecto, los discursos oficiales de la AVG vulgarizaron el género en vez de promover relaciones de igualdad. Las actividades de iluminación, limpieza de baldíos, construcción de bardas de lotes, y patrullajes,, son acciones que forman parte de las obligaciones cotidianas del municipio y que fueron reportadas como emergentes para aparentar el cumplimiento de la AVG.
Lo mismo ocurrió con las Unidades de Atención Inmediata a la violencia, que quedaron reducidas a mesas públicas de información sin mayor trascendencia. Se informa de miles de órdenes de protección emitidas por las autoridades, sin embargo, no se presenta el análisis de su implementación y menos de los resultados obtenidos. Las órdenes de protección se tradujeron en meros documentos y no en acciones reales de protección a la vida de las mujeres.
A los policías se les encomienda el deber de investigar la comisión de delitos sin capacitación para ello, generando que la atención a mujeres sea revictimizante y basada en estereotipos masculinos de poder. El informe del Gobierno de Chiapas refleja que más del 60% del presupuesto asignado a la AVG se canalizó a la capacitación de funcionarios y policías de diversos niveles, sin que haya redundado en las transformaciones personales necesarias para asumir y aplicar la justicia con visión de género.
Para nosotras la seguridad consiste en la responsabilidad global del Estado de garantizar la vida de las mujeres y la no violencia. Esto incluye medidas de prevención, justicia y reparación, además de la eliminación del sentido patriarcal en el funcionamiento del Estado.
Medidas de Prevención.
La prevención se redujo a capacitaciones masivas y discursivas, sin promover en la práctica la transformación de las relaciones de género ni el carácter patriarcal de las instituciones. Consideramos que se realizó un cumplimiento burocrático de la agenda de prevención de la AVG.
La visión implementada responsabiliza sólo a las personas y desconoce que la violencia también se ejerce institucionalmente al ser omisos, por ejemplo, en la aplicación de las normas administrativas municipales y de salud pública en bares, cantinas, centros nocturnos, antros, etc.
No se incluyó la prevención al interior de las escuelas, ni se aplicó la normativa especifica en donde se prevé la eliminación de la violencia en el ámbito escolar.
Medidas de Justicia y Reparación.
La actuación del aparato de procuración y administración de justicia en relación con las mujeres en Chiapas no ha cumplido las medidas indicadas por el Gobierno, ni con lo que nosotras, peticionarias de la AVG, solicitamos con urgencia. Si bien las acciones realizadas se centraron en los 84 casos de violencia que sustentaron nuestra petición, no se diseñaron políticas para prevenir los feminicidios, ni criterios que coadyuven a la identificación del perfil del perpetrador ni los móviles y escenarios en el que ocurren los crímenes contra mujeres. Además, no se han tomado en cuenta las múltiples denuncias que hemos presentado posteriormente y tampoco existen la unidad de contexto ni el banco de datos en la forma que se ordenó en la Avg.
El nuevo sistema de justicia penal se encuentra en crisis, en tanto que la falta de capacitación de jueces, policías, fiscales, peritos, etc., está generando impunidad para las mujeres ante el no castigo a sus perpetradores, lo que estimula y permite la repetición impune de los delitos, magnificando el proceso de violencia social, situación que nos permite denunciar que existen focos rojos en torno a los siguientes temas: La violencia hacia las mujeres y las niñas está naturalizada, justificada e institucionalizada, por tanto, no se atiende adecuadamente ni en los casos en los que rige el derecho positivo estatal ni ante los sistemas de justicia indígena.
Existe miedo a denunciar por la falta de medidas de seguridad que garanticen que las mujeres no serán nuevamente agredidas; por la carencia de recursos económicos, no sólo para el seguimiento de las denuncias, sino para solventar la corrupción de los servidores/as públicos/as; y también porque la atención patriarcal y clasista que se les brinda las criminaliza en vez de protegerlas. Cuando deciden denunciar existen distorsiones y tardanza en la investigación, sobrecarga de trabajo de peritos, intérpretes, policías y personal en general.
La carencia de recursos humanos capacitados es crítica: los fiscales obstaculizan la integración de las carpetas de investigación y dan oportunidad al agresor a que cambie de conducta, propiciando la conciliación, revictimizando y culpabilizando a las mujeres. Con frecuencia el personal de las fiscalías desalienta e inhibe la presentación y seguimiento de las denuncias. Fiscales y jueces se dejan presionar por poderes fácticos, no existe independencia e imparcialidad en su actuar, delegan los análisis jurídicos a profundidad a las instancias superiores. Existe un tipo penal de feminicidio que evidencia la incomprensión de la desigualdad entre hombres y mujeres y no existe una verdadera aplicación de protocolos de género. Por otro lado, es sistemática la falta de defensa adecuada y técnica; la justicia se utiliza como forma de dirimir disputas particulares en las que, por las desiguales de sexo-género, las mujeres criminalizadas continúan siendo “pagadoras” de delitos que no cometieron, obligándolas a autoincriminalizarse con el uso de la tortura como instrumento institucionalizado en el actuar de las fiscalías.
La violencia en los municipios indígenas se ha acrecentado y reproducido debido a la falsa justificación de que los usos y costumbres impiden la intervención de las autoridades para sancionar la violencia hacia las mujeres y al no reconocimiento de que la cultura indígena también está construida sobre parámetros patriarcales dejando a las indígenas en una desprotección mayúscula. Además de que son coaccionadas a otorgar perdón a sus agresores, existe complicidad entre autoridades y perpetradores, ausencia de traductores, intérpretes capacitados y enfoque intercultural. El Gobierno de Chiapas no consideró la necesidad de articular, el derecho autonómico de los pueblos con la aplicación de los derechos humanos y el ejercicio de su responsabilidad en la solución de esos problemas.
El desplazamiento de miles de indígenas perpetrado por paramilitares en Chenalhó, Chalchihuitan, Aldama, y Oxchuc ha sido ignorado, a pesar de que esos municipios están considerados en la AVG.
A las mujeres centroamericanas criminalizadas se les priva de un juicio justo deportando a sus testigos clave y cuando son absueltas, se les priva del derecho a una tarjeta por razones humanitarias.
La información aquí vertida nos da un panorama de la falta de interés e incumplimiento que tanto el estado de Chiapas, como el Estado mexicano, han mostrado respecto de su obligación de garantizar, promover, respetar y difundir los derechos humanos de las mujeres en cuanto al acceso a la justicia.
Conclusión Final:
Combatir la violencia de género no es incorporar mecánicamente la “perspectiva” de género a las políticas y programas del Estado, ni de realizar actividades parciales, fragmentadas y desarticuladas, sino asumir la existencia de las desigualdades y violencia de género, en todos los ámbitos de la vida social, así como la necesidad de transformarlas y de eliminar el carácter patriarcal del Estado desde su raíz. Por lo tanto, la obligación del Estado de prevenir, investigar y sancionar la violencia contra las mujeres que tiene asignada constitucionalmente, no debe reducirse a medidas emergentes y superficiales, como la AVG, sino requiere de una política pública nacional que ataque los problemas de violencia de género de manera estructural. Esta es nuestra exigencia.
Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas
Peticionarias de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género para las Mujeres en Chiapas.
Integrada por: Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas A.C., Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A.C., Melel Xojobal, A.C., Agua y Vida, A.C., Colectiva CEREZA, Semilla del Sur, A.C., y personas de sociedad civil.
Postura y evaluación de las peticionarias de la Alerta de Violencia de Género en Chiapas
A dos años y tres meses, (18 de noviembre de 2016), de que el gobierno federal anunció la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género para las Mujeres de Chiapas, las organizaciones peticionarias agrupadas en la Campaña Popular Contra la Violencia Hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas hemos dado puntual seguimiento a la implementación de las medidas ordenadas orientadas a prevenir, atender e impartir justicia ante la gravedad de la violencia feminicida en la entidad.
No obstante, las acciones implementadas por los tres niveles de gobierno han fracasado dado que los feminicidios y la violencia contra las mujeres y niñas en Chiapas no cesa.
Como Campaña Popular sostenemos que las acciones para frenar la violencia feminicida han resultado una simulación, fraude y ofensa para la memoria de cientos de víctimas que siguen padeciendo la impunidad del sistema de imparticion de justicia y la nula efectividad de la capacitación a servidores públicos de distintas instituciones.
Conoce nuestra evaluación y postura asistiendo a la conferencia de prensa que daremos este jueves 07 de marzo a las 11am en las oficinas del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, AC (Frayba) ubicadas en Calle Brasil No. 14, Barrio de Mexicanos en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Marcha del #8M 2019 en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
Diversas colectivas y mujeres en lo individual nos organizamos para conmemorar el Día internacional de las Mujeres este 08 de Marzo de 2019 con una serie de actividades en la Ciudad de San Cristóbal en el marco de lo que hemos nombrado como Jornadas de Resistencia entre Mujeres, Lesbianas y Género Disidentes.
Por ello te invitamos a que este 08 DE MARZO A PARTIR DE LAS 09 DE LA MAÑANA nos acompañes a la Marcha que partirá de la Unidad Administrativa con rumbo a la Plaza de la Resistencia en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.
#8M
#HuelgaFeminista
#NosotrasParamos
#EstadoFeminicida
Convocamos:
– 8M Jornadas de Resistencia entre mujeres, lesbianas y otroas.
– Movimiento en Defensa de la Tierra, el Territorio y por la Participación y el Reconocimiento de las Mujeres en la Toma de Decisiones.
– Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas.
#8M Jornadas de Resistencia entre Mujeres, Lesbianas y género Disidentes
Mujeres organizadas de distintos colectivos y personas a título individual nos sumamos a las acciones globales por el #8M Día Internacional de las Mujeres por lo cual hemos sumado nuestros esfuerzos, aprendizajes y aportes para realizar una Jornada de actividades en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Las actividades serán del 01 al 10 de Marzo en distintas sedes en la Ciudad, aquí puedes ver el programa de actividades:
Grave incremento de violencia feminicida en Chiapas
Comunicado de Prensa
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; 15 de febrero de 2019
Grave incremento de violencia feminicida en Chiapas
- Incremento de violencia contra las mujeres y feminicidios en Chiapas profundiza demandas de verdad y justicia.
Durante el primer bimestre de este año se ha registrado un grave incremento de casos de violencia contra las mujeres; han sido desaparecidas, agredidas, violentadas sexualmente y asesinadas.
Datos del Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas[1], de diversas colectivas y organizaciones civiles que documentamos la violencia feminicida en Chiapas coinciden que tan sólo en lo que va del 2019 se han registrado:
- 18 muertes violentas de mujeres, entre ellas una adolescente de 15 años, de los cuales únicamente 6 fueron calificados por los impartidores de justicia como feminicidio.
- 27 casos de violencia contra las mujeres de los cuáles: 12 casos son de violencia física, 12 casos de violencia sexual -10 de ellos contra niñas y adolescentes- y 3 casos de violencia patrimonial.
- A estas cifras se suma el dato de 14 mujeres adultas desaparecidas, 19 niñas y adolescentes (entre 3 y 17 años de edad), de las cuales 15 han sido localizadas[2].
No obstante la gravedad sobre el incremento de la violencia feminicida en Chiapas nos preocupa la actuación de las autoridades encargadas de Procuración y Administración de Justicia en la Entidad ya que continúan realizando prácticas discriminatorias de género, clase y etnia que obstaculizan el acceso a la justicia a las Mujeres, reproduciendo la violencia patriarcal, el abuso de poder, la discriminación y menosprecio a las víctimas que se atreven a denunciar, exigir verdad y justicia evidenciando la negligencia de las instituciones y sus titulares.
De manera particular señalamos la negligente actuación de la Fiscalía General del Estado (FGE) tal como sucedió con el reciente feminicidio, ocurrido el 04 de febrero, de la profesora de primaria[3] Miryana Iveth Saldaña Castillo quien fue encontrada sin vida en la carretera Arriaga-Tonalá y del cual las autoridades encargadas de justicia declararon que fue un suicidio[4].
De igual forma el Poder Judicial, a través de los juzgados de distrito federal y estatal, han demostrado su incapacidad para juzgar con perspectiva de género[5] haciendo caso omiso a manuales y protocolos de actuación[6], tal es el caso de la reciente liberación de Jimmy Virgilio Villatoro Arguello feminicida confeso[7] de Wendy Lizzet Ochoa Méndez quien fue asesinada el pasado 28 de abril del 2012.
A este caso anteceden los casos de Omar Fernando Rosales Toledado, feminicida confeso de Viridians Flores, liberado el 29 de Octubre de 2018 por la juez penal Isabel Álvarez Ramos. Lo mismo ocurrió con Mariano Sánchez Pérez, asesino de Marcela Sánchez Girón, quien fue liberado el pasado 25 de octubre de 2018.
En contextos de violencia y creciente conflictividad, la violencia feminicida es una de las expresiones más claras y atroces de la ineficacia e incapacidad de los tres niveles de gobierno para coordinar acciones de prevención, seguridad, cero tolerancia que erradiquen la violencia hacia las mujeres; el 18 de noviembre de 2016 (hace 2 años y 2 meses) se declaró la Alerta de Violencia de Género en Chiapas[8], desde entonces el gobierno federal y estatal han destinado únicamente 6.2 millones de pesos[9] que son insuficientes para implementar las medidas de prevención, seguridad y justicia.
La impunidad, ausencia de protocolos de actuación, criterios de investigación y juicio carentes de perspectiva de género, desconocimiento del marco normativo de derechos de protección a las víctimas de violencia de género y feminicidio, da cuenta del deficiente y negligente papel de la Fiscalía General del Estado (FGE) como entidad responsable de dar seguimiento a la implementación de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género Contra las Mujeres de Chiapas (DAVGM); a nivel nacional el panorama es menos alentador ya que actualmente 56% del territorio se encuentra en Alerta de Violencia de Género[10].
Como personas y organizaciones integrantes de la Campaña Popular Contra la Violencia Hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas exigimos al señor Rutilio Escandón Cadenas, gobernador del estado, que atienda de manera puntual las exigencias que hemos insistido de:
- Que las acciones recomendadas en la DAVGM sean extensivas a todos los municipios de la entidad, dada la gravedad de la violencia feminicida que se ha documentado, y no se acote a los 23 municipios que fueron declarados.
- Que el Congreso del Estado destine presupuesto para implementar las medidas dispuestas en la AVG para todos los municipios.
- Que el Poder Ejecutivo del Gobierno de Chiapas remueva a la FGE como encargada de dar seguimiento a la DAVGM y designe a otra dependencia, de común acuerdo con las peticionarias, que no sea juez y parte de la violencia feminicida y tenga capacidad de actuación. En diciembre pasado varias organizaciones denunciamos[11] a su titular, Jorge Luis Llaven Abarca, como responsable de graves violaciones a Derechos Humanos en Chiapas.
Reiteramos nuestra preocupación ante este contexto de violencia feminicida, debido a que las cifras mencionadas representan tan sólo una mirada parcial de la dimensión real de la violencia que vivimos las mujeres en Chiapas, exigimos a las autoridades asumir la violencia feminicida como un problema social, cultural y político que exige tomar medidas concretas y urgentes en todos los ámbitos de la actuación pública.
¡No más violencia contra las mujeres!
Atentamente:
Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas
https://contrafeminicidiochiapas.wordpress.com/
[1] Reporte elaborado por el Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas, ver reporte del mes de Enero disponible aquí: https://bit.ly/2WLzPzJ
[2] Registro de la base de datos de Melel Xojobal, AC
[3] Ver boletín de prensa del SNTE sobre el asesinato de la profesora: https://bit.ly/2Bm9Y8y
[4] Ver comunicado de prensa de la Fiscalía General del Estado de Chiapas, disponible en: https://bit.ly/2UNc3S0
[5] Ver protocolo de la SCJN disponible en: https://bit.ly/2Ea7sno
[6] Ver ejemplo de protocolo de actuación ministerial de la PGR disponible es: https://bit.ly/2MqhW3j
[7] Ver denuncia pública y nota por liberación de feminicidas en Chiapas: https://bit.ly/2SPgDln
[8] Ver Declaratoria de Alerta de Violencia de Género para las Mujeres de Chiapas: https://bit.ly/2GJWK9c
[9] Ver nota de prensa publicada en Chiapas Paralelo, disponible en: https://bit.ly/2X2uN1P
[10] Ver comunicado del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio disponible en: https://bit.ly/2TLWha1
[11] Ver denuncia pública disponible en: https://bit.ly/2BabvgR
Conversatorio “Violencia Contra las Mujeres, Resistencias y la Lucha por la Defensa del Territorio”
Mujeres Transformando Mundos, AC (MUTRAM), Centro de Educación Integral de Base, AC (CEIBA) y otras colectivas nos invitan del 4 al 7 de Octubre al “Encuentro Regional en Defensa del Territorio Mesoamericano”.
Y el próximo sábado 6 de octubre al Conversatorio “Violencia Contra las Mujeres, Resistencias y la Lucha por la Defensa del Territorio” con la Dra. Mercedes Olivera Bustamante y la Dra. Silvia Federici a realizarse en Comitán, Chiapas.
Da click aquí para consultar el programa del Encuentro
Informe sombra para el Comité de CEDAW (Julio de 2018)
Integrantes de la Campaña Popular Contra la Violencia Hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas presentaron el pasado 06 de julio en Ginebra, Suiza, el Informe sombra para el Comité de CEDAW «La situación de las mujeres en Chiapas en el marco de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género».
En Chiapas prevalece un contexto de violencia estructural derivado de la situación de alta marginación y pobreza histórica; la ubicación geográfica de la entidad; los flujos migratorios; los efectos de la estrategia militar contrainsurgente (Guerra de baja intensidad); el discurso y las políticas desarrollistas del gobierno; la persistencia de relaciones laborales serviles y semiesclavistas, creando tal complejidad, que coloca en situación de alta vulnerabilidad a las mujeres, especialmente a las indígenas y mestizas pobres.